Senderismo y vuelo en parapente Bal de Chistau
Es recóndita, salvaje, auténtica…y también un diamante en bruto para la práctica del parapente, tanto por la diversidad de sus despegues, a cuál más espectacular, como por la indómita belleza de las cumbres que la rodean. ¡Bienvenidos al secreto mejor guardado del Pirineo!
Trekking con parapente en Chistau
De entre todos los rincones del Pirineo, hace tiempo que la Bal de Chistau se convirtió en uno de nuestros lugares favoritos para volar en parapente y, aunque algunos de sus despegues son fácilmente accesibles en coche, creemos que no hay mejor forma de descubrir la belleza del valle que hacerlo a pie, a través de mágicos bosques y pequeños senderos de montaña que nos llevarán hasta lugares de ensueño que quedarán para siempre grabados en tu retina. Lo mejor es que, una vez allí arriba y después de un buen almuerzo, todavía nos quedará desplegar nuestra vela ¡y echar a volar!
Dependiendo de las condiciones de vuelo, de tu nivel físico y/o de tus preferencias, podremos encaminar nuestros pasos hacia diferentes puntos del valle: todos comparten belleza pero, en este universo montañoso en miniatura, cada uno tiene algo que lo hace especial.
Hike & Fly 100% chistabín
A poca distancia de los pueblos de la cabecera del valle o incluso saliendo a pie de los núcleos urbanos y atravesando sus bonitas calles empedradas, es posible encontrar varias excursiones cortas y bonitas que, tras caminar alrededor de una hora, nos dejarán en diferentes puntos de despegue.
Los tres pueblos más altos de la Bal de Chistau están estratégicamente situados a los pies de la soleada vertiente Sur que comienza en Punta Suelza (2.972) y mira, directamente, a la agreste cara Norte de las peñas de las Diez, las Once y el Mediodía. Además de ser el reloj solar más grande del mundo, las tres peñas forman una impresionante muralla de carácter totalmente alpino en su parte más alta, que enseguida da paso a un espeso bosque de coníferas que se extiende hasta el fondo del valle. Desde el aire, la belleza del conjunto se magnifica, se vuelve tridimensional y nos regala una de las vistas más sobrecogedoras de esta parte del valle.
Ya sea adentrándonos en su vertiente norte o surcando los bosques de las peñas para situarnos hacia el este, cualquiera de los despegues más cercanos a los pueblecitos del valle nos permitirán disfrutar de un tranquilo y panorámico vuelo matutino:
Un pequeño desayuno bajo el sol de la mañana, antes de “estirar las alas”, y estaremos listos para despegar los pies del suelo y comenzar a sobrevolar la mágica Bal de Chistau. Abre bien los ojos porque es posible que avistemos algún corzo correteando por las verdes laderas del valle, antes de que los bonitos pueblos de Plan, San Chuan y Chistén aparezcan, como una maqueta, bajo nuestros pies.